Balatro fue probablemente la mayor sorpresa y revelación del 2024. Durante meses me resistí a jugarlo, porque no veía posible que un juego "roguelike” de cartas pudiera ser de mi interés. Cuan equivocado estaba. Al igual que millones de personas en todo el mundo, sucumbí a este juego que parece simple pero es endiabladamente divertido y adictivo.
No intentaré hacer una descripción detallada de la mecánica, ya que parte de la gracia de Balatro es descubrir poco a poco sus sutiles complejidades. Pero no está de más una breve descripción.
El juego consiste en acumular puntos mediante manos de Póquer. Con manos de 8 cartas, debemos seleccionar 5 para formar los clásicos pares, tríos, escaleras y demases. El valor de la mano se calcula sumando los valores de las cartas elegidas y una puntuación base según la combinación; esto se multiplica por un número que también está definido por la combinación.
Cada turno cuenta con un número fijo de manos y descartes. El objetivo es sumar suficientes puntos para superar el valor del turno, que incrementa paulatinamente. Cada tres turnos enfrentaremos un "jefe”, que no es más un turno con restricciones adicionales. La partida termina al vencer 8 jefes.
Hasta ahí, bastante estándar. La magia empieza cuando se introducen los comodines y las cartas especiales. Al terminar cada turno, podemos adquirir comodines y cartas que potencian significativamente la forma en que se calcula el valor de cada mano, agregando multiplicadores si se cumplen ciertas condiciones, cambiando el valor o "pinta” de ciertas cartas o creando efectos absolutamente ridículos. Al ser un “rogelike", partimos con un mazo tradicional y cada turno lo hace más potente al agregar potenciadores. Al perder, volvemos al tener un mazo simple.
Suena confuso, lo sé, pero no lo es tanto. Una vez se empieza a jugar es relativamente rápido entender las sutilezas de las estrategias disponibles en cada corrida. Balatro es una combinación de habilidad, táctica, estrategia y suerte. Los turnos pueden terminarse bastante rápido, pero una partida completa puede tomar un poco más de tiempo. En mi caso lo he jugado desde el teléfono, por lo que podía pausarlo entre turnos y volver a la partida más tarde.
Me tomó poco más de una semana ganar mi primera partida, y me sorprendió lo nervioso que estaba en el último turno, rogando que el algoritmo pseudo-aleatorio me entregara las cartas que necesitaba para potenciar mis multiplicadores. Ahora que lo vencí una vez, quiero más. Aún me falta por descubrir más de la mitad de los "jokers” y otros potenciadores, además de muchas otras capacidades de personalización que no he mencionado en este artículo.

No puedo menos que recomendar este juego. Es divertido, emocionante, desafiante, inteligente y creativo. Dominarlo requiere un esfuerzo no menor, pero nos recompensa generosamente en cada nueva partida.
Balatro está disponible en PC (Steam), Nintendo Switch, Playstation, Xbox, iOS (incluido en Apple Arcade) y Android.
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