Nobody Saves the World nos presenta un mundo de calabozos que logra combinar el espíritu de los antiguos RPG y un maravilloso humor absurdo en un formato moderno.
La primera impresión que entrega “Nobody Saves the World” lleva nuestros recuerdos a los clásicos juegos de los 80s y 90s como “The Legend of Zelda”, “Chrono Trigger”, “Lufia” y tantos otros. Una referencia actual podría ser Death Door, del cual probablemente escribiré en el futuro cercano.
Es un juego en 2D que nos permite controlar un personaje a través de un mapa que se descubre poco a poco. Con un conjunto de habilidades que van aumentando al subir de nivel, nos enfrentamos a enemigos en el camino que nos entregan experiencia, consumibles y una forma de dinero. Cuenta también con "calabozos” con cierto nivel de generación aleatoria, misiones principales, misiones secundarias y la posibilidad de dialogar con NPCs en múltiples ubicaciones. Hasta ahí, nada nuevo bajo el sol.

Uno de los elementos más originales y divertidos de este juego es la capacidad de transformación. Nuestro "héroe” encuentra tempranamente un vara mágica que le permite tomar distintas formas. Cada una de estas tiene distintas habilidades activas y pasivas. Si bien las primeras opciones son más bien tradicionales, como un Espadachin o un Arquero, más temprano que tarde aparecen formas hilarantes y endiabladamente divertidas. "Nobody” (nombre que daremos a nuestro héroe para evitar spoilers) pronto puede transformarse en una rata, un caballo, una sirena, un zombi, un físico-culturista, una babosa, un huevo, y muchas otras rarezas.
La mecánica del juego permite descubrir y desbloquear habilidades totalmente nuevas para cada forma, todas ellas hilarantes y con efectos muy variados. Además, permite combinar habilidades de varias formas permitiendo configurar un arsenal completamente ecléctico. A medida que recorremos el mapa, encontramos enemigos en el camino, completamos calabozos y dialogamos con variopintos personajes, la enorme disponibilidad de opciones permite experimentar distintos tipos de combate y mantener la experiencia fresca.



Junto a la clásica dinámica de mapa+calabozos, una entretenida historia acompaña nuestro avance. El humor también está presente en la narración, con coloridos personajes y giros inesperados. Las conversaciones aisladas con NPCs son a su vez pequeños tesoros humorísticos que vale la pena explorar.
“Nobody Saves the World” está disponible en Nintendo Switch, Steam, Playstation y Xbox. Muy divertido, con varias horas de entretenimiento (especialmente para los complecionistas) y un nivel de dificultad relativamente bajo que permite concentrarse en disfrutar este mundo absurdo. Completamente recomendado para quienes disfrutan del humor irreverente y quieren recorrer calabozos en la forma de una tortuga.